El secreto de la industría musical

Hoy, queridos/as lectores/as, tengo el honor de presentaros el mayor secreto de la industría musical, en primicia para los seguidores de este espacio pacense.

¡Que monadas! Una de ellas es una estrella.

No, no se trata de que las rubias tienen más éxito que las morenas.

Aún así, puedes empezar a temblar, rubita.

No, no voy a hablaros sobre la cantidad de zorras que logran contratos a base de polvos y la cantidad de degenerados que dan contratos a zorras a cambio de polvos.

 No, no voy a hablar concretamente de vosotras, guapitas.

 Tampoco voy a decir que el fenómeno fan convierte en apuestos machotes a cualquiera.

Lo vuestro es demasiado evidente para ser un secreto.

Se trata de una maravilla tecnológica que en los últimos años está haciendo auténticas maravillas en la industria musical, haciendo que auténticos engendros sin voz sean maravillosos cantantes.

No hablaba de ti, no te enfades

Pero de ti, sí. ¡Engendro!

Es el llamado autotune. El autotune es un programa del que ya os he hablado. Es un aparato que capta los berridos que le echen y los transforma en algo que suena como la música de ahora. El engendro de la foto de arriba es un claro ejemplo.

En vez de daros la brasa con detalles técnicos, aquí teneis una demostración.

Es endiabladamente pegadiza y absorbente. ¡Que perra!

Sí, es una perra cantando delante de un Ipad con un programa de Autotune. Y sí, suena igualita a Justin Bieber, y a muchos otros.  Si con un simple Ipad se puede hacer eso, imaginaos en un estudio de grabación de cientos de millones de dolares.

No os invito a escuchar música del engendro porque no soy tan cruel, ni os deseo un infarto cerebral prematuro ni que tiemblen vuestros tímpanos. Solo os digo que esta perra canta mejor que él, seguramente hasta sin autotune es mejor. Comprobadlo si queréis.

Eres el futuro de la industría musical. Mishka, the Husky Dog.

 Es una perra, pero literalmente, no como las otras...

¿Como se os ha quedado el cuerpo? ¡Fan club de Mishka ya!